Cuando Jannette Sánchez se enteró de que sus cinco hijos pronto podrían no poder viajar en autobús de forma gratuita, se puso en acción de inmediato.
Los hermanos de City Heights toman el autobús casi a diario, especialmente para ir y volver de la escuela. Son algunos de los miles de jóvenes inscritos en el Pase de Oportunidad Juvenil, un programa del Sistema de Tránsito Metropolitano y el Distrito de Tránsito del Norte del Condado que permite a cualquier persona menor de 18 años usar el transporte público de forma gratuita.
Pero a finales del año pasado, las dos agencias de tránsito locales dijeron que comenzarían a exigir que todos los que obtienen una tarifa reducida o gratuita, incluidos los jóvenes que usan el pase, así como los adultos mayores, los beneficiarios de Medicare y las personas con discapacidades, verifiquen sus cuentas de Pronto antes del final del próximo mes.
Cuando Sánchez se enteró del cambio, primero fue al kiosko de tránsito de MTS para verificar la cuenta de uno de sus hijos. Eso fue sin problemas.
Pero cuando más tarde intentó verificar la cuenta de su hija, le dijeron que no tenía la identificación correcta, a pesar de que había traído la identificación más actualizada de su hija. Intentó usar la aplicación en línea, pero necesitaba la ayuda de su hija para navegar por ella.
Sánchez está involucrada en organizaciones comunitarias como la Corporación de Desarrollo Comunitario de City Heights (CDC) y el Centro de Derechos del Empleado, y regularmente intenta ayudar a guiar a sus vecinos a través de procesos como este. “Antes de llevarles un recurso, lo hago primero para ver qué tan difícil es”, dijo Sánchez en español.
Finalmente, Sánchez pudo verificar las cuentas de Pronto de sus cinco hijos, pero mientras luchaba con el proceso, se sintió impotente.
MTS, que administra el sistema de tarifas regional Pronto y la plataforma de verificación de cuentas, dice que el nuevo requisito está destinado a garantizar que las tarifas reducidas estén disponibles solo para aquellos que califiquen. Pero residentes como Sánchez y organizadores comunitarios dicen que crea una barrera para quienes más usan el transporte público.
Y muchos pasajeros, especialmente los jóvenes, ni siquiera saben sobre el nuevo requisito.
“Entiendo las realidades de hacer que las cosas cuadren, pero al final del día, para algunas personas que usan el transporte público… dependen de él para ir a la escuela, para llegar al trabajo”, dijo Jesse Ramírez, el gerente senior de programas de transporte y planificación de la CDC de City Heights. “Es realmente un bien público.”
Los pasajeros que no hayan verificado sus cuentas antes del 30 de septiembre se les cobrará la tarifa completa a partir del 1 de octubre.
Para verificar una cuenta, los usuarios deben enviar una foto de perfil y una identificación emitida por el gobierno o documentación que califique, como un formulario de inscripción escolar o una identificación escolar para estudiantes. Pueden hacerlo en línea en su cuenta de Pronto, en la tienda de tránsito de MTS o en cualquiera de las tres ubicaciones de servicio al cliente del Distrito de Tránsito del Norte del Condado.
MTS y NCTD están recopilando los datos de verificación juntos. Desde que se anunció el requisito en diciembre, MTS dice que ha verificado 23,000 cuentas. Ahora hay un total de 80,000 cuentas verificadas, incluidas las verificadas antes de diciembre pasado.
Pero esos números palidecen en comparación con la tarea que aún tienen por delante las agencias de tránsito.
Alrededor de 106,000 jóvenes y 28,000 adultos mayores aún necesitan ser verificados. Esas cifras incluyen una mezcla de pasajeros activos, definidos como aquellos que han viajado al menos 20 veces en los últimos 90 días, y pasajeros menos activos que tienen una cuenta y han viajado al menos una vez en los últimos dos años.
El Pase de Oportunidad Juvenil se lanzó en 2022 como un programa piloto financiado por el condado y la Asociación de Gobiernos de San Diego, o SANDAG. En ese momento, para acelerar el proceso de inscripción, no se requería que los nuevos solicitantes presentaran información como una dirección de correo electrónico o prueba de identificación.
Desde que se lanzó el programa, la cantidad de pasajeros jóvenes ha aumentado drásticamente, casi duplicando el número promedio de viajes mensuales. En un estudio de impacto realizado durante el primer año del programa, SANDAG descubrió que el 93 por ciento de los participantes ahora usan más el transporte público, y el 79 por ciento dijo que seguirían usándolo como adultos.
Para padres como Sánchez, el programa le ha ahorrado tanto dinero como tiempo que solía gastar caminando con sus hijos a la escuela.
Los pasajeros tienen hasta el 30 de septiembre para verificar sus cuentas, después de que se extendiera la fecha límite del 30 de junio. Pueden obtener una extensión única caso por caso después del 30 de septiembre; solo necesitarán llamar al centro de soporte de Pronto.
MTS dice que ha enviado correos electrónicos a unos 42,000 jóvenes sobre el nuevo requisito. Pero el portavoz Mark Olson concede que la táctica solo puede llegar a un número limitado de pasajeros: las agencias no tienen las direcciones de correo electrónico de todos los que obtienen los viajes gratuitos, ya que no se les pidió que se inscribieran.
Las agencias de tránsito han estado realizando eventos de divulgación en escuelas, agencias de servicios sociales y en paradas de tránsito. En los próximos dos meses, MTS también difundirá el mensaje en paradas de autobús con alta demanda, en un mensaje emergente en la aplicación Pronto y con anuncios digitales. Y para fin de año, espera permitir que las escuelas, los centros para personas mayores y otras organizaciones locales verifiquen a los pasajeros directamente.
“Estamos tratando de hacer que el proceso de verificación sea lo más fácil posible, y para eso, queríamos asegurarnos de que estábamos encontrando a los estudiantes donde están”, dijo la portavoz de NCTD, Mary Dover.
MTS también se está asociando con tres organizaciones en el centro de San Diego: City Heights CDC, Mid-City CAN y el Urban Collaborative Project, a través de contratos remunerados para ayudar a difundir el mensaje en sus comunidades.
Guadalupe Rojas, organizador comunitario de justicia en el transporte para Mid-City CAN, se alegra de que su organización esté ayudando con la divulgación, pero no cree que MTS esté haciendo lo suficiente.
“No sabemos cuánta divulgación se está haciendo en la región sur”, dijo. “Por eso siento que la agencia se está quedando atrás”.
Su grupo, que tiene su sede en City Heights, también ha estado llevando a cabo actividades de divulgación en El Cajón, Spring Valley y La Mesa para tratar de llegar a los jóvenes pasajeros del condado este, añadió Rojas.
MTS ha entregado materiales educativos a organizaciones comunitarias, agencias de servicios sociales, distritos escolares y escuelas en todo el condado, dijo Olson. Dijo que solo las tres organizaciones comunitarias del centro de San Diego respondieron a MTS sobre la asociación para los esfuerzos de divulgación.
Una tarde de la semana pasada, estudiantes de secundaria esperaban el tranvía en la estación de Palomar Street en Chula Vista de camino a casa desde la escuela. Algunos, como Linda Muñoz, de 16 años, se enteraron del requisito a través de correos electrónicos que ellos o sus familias habían recibido de MTS, en su caso, su hermano.
Otros, como Regina Potenciano, de 16 años, no estaban al tanto de la represión que se avecinaba, pero aún así quieren seguir viajando gratis en trenes y autobuses. “Nuestros padres no nos recogen de la escuela, y preferimos estar con nuestros amigos”, explicó.
Olson admite que MTS “tiene trabajo por hacer con los jóvenes” para difundir el mensaje. Pero dice que la aplicación será clave para cómo la agencia resuelve un déficit presupuestario en crecimiento, que podría llegar a los $95 millones en los próximos cuatro años.
“Las dos formas principales de abordar este déficit son a través de recortes de servicios y aumentos de tarifas. Estamos haciendo todo lo posible para evitar estas dos posibilidades”, dijo Olson en un correo electrónico. “Asegurar que los programas de tarifas reducidas estén disponibles solo para aquellos que califican es una estrategia para evitar recortes de servicios o aumentos de tarifas”.
Ramírez, de City Heights CDC, entiende las limitaciones financieras y los desafíos de la agencia. Pero teme que el requisito de verificación finalmente haga que el número de pasajeros disminuya.
El transporte público debería ser lo más “accesible posible” para satisfacer las necesidades de quienes más dependen de él y para ayudar a reducir el impacto ambiental de conducir.
“Debe haber una conversación dentro de la agencia sobre sus prioridades, como pensar más a largo plazo sobre qué tipo de cultura quieren crear en torno al transporte público”, dice.
Original story
Get free or reduced-fare transit? A crackdown is coming — and could be especially tough on kids